Se denomina Holter a una prueba diagnóstica que consiste en la monitorización ambulatoria del registro electrocardiográfico por un tiempo prolongado, habitualmente unas veinticuatro horas, en una persona que está en movimiento. Se nombra así por el biofísico Norman Holter que estableció las bases de la monitorización cardíaca en 1949.

Realización del examen

Primero, se ponen unos electrodos, que son una especie de pequeños parches conductores, en el tórax y se conectan a un monitor de registro, el cual funciona mediante energía obtenida de algún tipo de batería. El aparato se puede llevar en un bolsillo o en algún portador que no altere el funcionamiento del mismo, tal como una bolsa, la cual se puede colgar al cuello o llevar en la cintura. Mientras se está utilizando el monitor, éste irá registrando la actividad eléctrica cardíaca y la persona debe llevar un registro diario de las actividades que hace durante el período de toma del examen. Pasadas veinticuatro horas desde el inicio del examen, la persona tiene que devolver el monitor al consultorio, laboratorio u hospital que proveyó el aparato. El médico tratante observará los registros y verá si ha habido algún ritmo cardíaco irregular.
Es de mucha importancia que la persona registre en forma exacta los síntomas y actividades que realizó, de forma que el médico pueda relacionar estos con los hallazgos que dé el monitor Holter.

Molestias

Este examen es indoloro, aunque es posible que algunos pacientes tengan que rasurarse el vello de la zona torácica para que así los electrodos se puedan adherir adecuadamente.
El monitor de registro se debe mantener cercano al cuerpo, lo cual puede provocar dificultades durante el sueño. La persona tiene que continuar con sus actividades normales mientras esté usando el monitor de registro. También las cintas adhesivas o cualquier método de sujeción de los electrodos al cabo de veinticuatro horas siempre producen irritaciones en la piel de los pacientes.

Usos

Se utiliza fundamentalmente en el estudio de las arritmias, de la isquemia miocárdica y de extrasístole. Para efectuar esta prueba, básicamente se necesitan electrodos, una grabadora y un electrocardioanalizador. Los parámetros que registra son:

Análisis del ritmo cardíaco.
Análisis del segmento ST.
Recuento y clasificación de cardiopatías.