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Resincronización una luz ante la insuficiencia cardíaca

Muchos son los tratamientos que existen para aliviar la insuficiencia cardíaca severa. Sin embargo, cuando estos no funcionan, se recurre a elementos innovadores como el TRC. –

El implante de un dispositivo estimulador de las paredes del corazón pretende cambiar la vida de los pacientes que tienen deficiencia cardíaca severa, sin respuesta a ningún tratamiento farmacológico.

El denominado tratamiento de resincronización cardiaca (TRC), o de estimulación eléctrica biventricular, no es una terapia que cura, sin embargo devela grandes mejorías en la vida cotidiana de sus portadores.

Pero, ¿cuándo es necesario utilizar el dispositivo? Si el paciente tiene un deterioro en su capacidad funcional, tiene síntomas de insuficiencia cardíaca o se encuentran anomalías en resultados del electrocardiograma o ecocardiograma, se deberá analizar con minuciosidad su caso.

“Si los latidos no se encuentran sincronizados, se espera que con la terapia de resincronización cardíaca estos se nivelen”, expuso la especialista. Asimismo, compartió que los resultados favorables de dicho tratamiento son menos frecuentes para pacientes con antecedentes de ataque cardíaco, dado que en ellos se encuentran zonas más dilatadas en el corazón.

“Los casos más frecuentes de personas que utilizan el TRC se encuentran en pacientes que padecen la enfermedad de Chagas; que tuvieron un problema infeccioso que repercutió en el corazón y que causó una inflamación que hizo que el corazón se dilatara; problemas congénitos o enfermedades infiltrativas o de depósito que pueden ocasionar el crecimiento del corazón como la miloidosis”.

A su vez, los casos más comunes se ven en pacientes isquémicos (con antecedente de infarto) de entre 50 a 60 años. Sin embargo, la especialista recalcó que todos los cuadros clínicos son diferentes y por tanto el tratamiento puede variar.

“Es importante que el paciente sepa que el TRC siempre se acompaña con tratamiento farmacológico, pues el dispositivo tiene únicamente la función de bomba”.

¿Y este dispositivo es lo mismo que un marcapasos? La especialista expuso que en el implante hay pasos que son similares, pero con el TRC se hacen tres funciones venosas, a diferencia del marcapasos, que únicamente se realiza en dos. “Una se va a introducir en la aurícula derecha, otro al ventrículo derecho y la tercera en el seno coronario”.

“Tiene una durabilidad entre seis y ocho años y los cardiólogos pueden ajustar lo que necesiten vía bluetooth”.

“Lo peor que puede pasar con el TRC es que no se logre implantar el cable y por ende no exista una captura, porque el área está muy dilatada”, dijo, y agregó que eso depende de la anatomía del sistema nervioso cardíaco.

El portador podrá, luego de la colocación, sufrir estimulación diafragmática; a su vez, en los primeros meses de uso no podrá levantar más de 4 kilos y deberá evitar actividad manual en el lado donde se colocó el dispositivo.

Fuente: laprensagrafica.com